El tratamiento de aguas residuales no sólo es bueno para el medio ambiente, también ahorra dinero y agua. Desde la prevención de posibles enfermedades hasta la estimulación de la economía, son varios los beneficios que reporta. El procedimiento consta de un par de pasos, y conocer la secuencia es fundamental. Quizá te hayas preguntado cómo se desarrolla todo exactamente. Pues está de suerte, porque vamos a explicarle todo el proceso de tratamiento de las aguas residuales industriales.
Lo primero es lo primero: Tratamiento primario
En el primer paso, las aguas residuales se almacenan temporalmente en lo que se conoce como tanques de sedimentación. El objetivo es producir una especie de sedimento, con los residuos más espesos separados de los más acuosos. Aquí, los sólidos más pesados caen al fondo mientras que los más ligeros suben a la superficie. Es una cuestión de gravedad, igual que las burbujas de aire flotan en la superficie y las bolas de bolos no. Para un trabajo más exhaustivo, se introducen productos químicos, de modo que los sólidos se combinan y son más fáciles de raspar.
No se va a dejar que los residuos se fosilicen en el fondo de los tanques. La siguiente parada es el puente rascador, donde trabajan los rascadores de lodos, como los limpiaparabrisas. Aquí es donde los sedimentos se trasladan a un foso colector de lodos. También es donde se cargan las sustancias de la superficie del agua en un contenedor de eliminación de escoria. Los lodos extendidos no sólo se eliminan, sino que se tratan y reciclan para algo útil como neutralizar la acidez del suelo.
2. Excluir la vida con tratamiento secundario
Es el momento de tratar la materia orgánica disuelta en el agua. Es cuando se afina el tratamiento primario, con sólidos más finos de los que deshacerse. Se trata de utilizar procesos biológicos para eliminar la materia biológica no deseada. Hay muchas maneras de conseguirlo.
Una de ellas es la biofiltración, en la que filtros como los de arena eliminan los sedimentos sobrantes. También existe la aireación, en la que se añade aire a las aguas residuales, lo que permite la biodegradación aeróbica de los materiales orgánicos. Los microorganismos pueden incluso alimentarse de esa materia orgánica para producir energía. Tras el segundo tratamiento, el agua está suficientemente limpia para la fauna y el ganado.
3. Tratamiento terciario como colofón
Es la última etapa del tratamiento de las aguas residuales. El objetivo son los contaminantes que hayan podido sobrevivir a los dos primeros tratamientos. El objetivo es garantizar que el agua sea apta para uso doméstico e industrial. El propósito es llevar el agua a un determinado nivel de calidad. Como mínimo, el agua debe ser potable en este punto.
Una vez más, hay varias formas de abordar este paso del proceso. Existe la opción de exponer el agua a la luz ultravioleta, que mata eficaz y eficientemente los microorganismos. Otra posibilidad es añadir productos químicos para eliminarlos. La primera opción no tiene ningún efecto sobre el agua, mientras que la segunda sí.
La desinfección UV funciona especialmente bien para impedir la reproducción de microbios. También resulta útil para eliminar toda una serie de elementos y compuestos químicos nocivos del agua. Con la desinfección química, se utiliza yodo o cloro para eliminar bacterias y virus. El inconveniente de utilizar productos químicos es que pueden dejar olor o cambiar el sabor o el aspecto del agua.
Confíe en el proceso
Los pasos y etapas del tratamiento de aguas residuales no son aleatorios. En cada intervalo, nos enfrentamos a distintos tipos de contaminantes. Sencillamente, no hay forma de deshacerse de todo de una sola vez. Es un procedimiento gradual que avanza de una etapa a otra. A medida que pasas de un tratamiento a otro, el agua está cada vez más limpia.
Sí, las aguas residuales se tratan para que el agua esté limpia. Aun así, hay que tener en cuenta que el grado de limpieza del agua depende de su uso. Si el agua se destina a una granja donde la beberá el ganado, puede no ser necesario el tratamiento terciario. En escenarios más técnicos y especializados, puede ser necesaria la cuarta fase de tratamiento.
El orden en que se suceden estas fases tiene su razón de ser. Tiene más sentido ocuparse de los residuos de mayor tamaño antes que de los microscópicos. Se necesitaría mucho más esfuerzo para eliminar los microorganismos antes de recoger los lodos. Es como filtrar cualquier cosa. Primero se eliminan las partículas más grandes porque son más fáciles de filtrar.
Seguro que ahora está más familiarizado con los sistemas de aguas residuales industriales. Sabe mejor cómo funcionan y por qué lo hacen. Ahora eres capaz de trazar el recorrido del tratamiento de aguas industriales y residuales. Sabe cómo el agua pasa de ser tan aburrida como el agua de una acequia a ser tan clara como el cristal. Con estos conocimientos, estás en mejores condiciones para facilitar o supervisar el proceso.
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